LA SANTA BERTHA

Y Cuando El Robert M. Sánchez

Había cumplido exactamente 20 años en la casa de un señor que no vino a la fiesta conoció a una preciosa niña de 15 años que desde el momento que lo vio se quedó más impactada ella que el puerco cochino del marrano y eso que la jovencita relumbraba su belleza en la frescura de esa edad maravillosa que solo se vive una vez.

La Quinceañera tuvo cuatro hermanas mayores que según ella las bautizo con los nombres de La Santa Martha, La Santa Lucia, La Santa Renata y La Santa Ana las cuales cada una de ellas escribió sus propias profecías antes de morir prematuramente por causas de una enfermedad hereditaria que les contagiaron sus padres desde que nacieron.

Y obviamente que la niña no se iba a librar de La Maldición de La Llorona porque se enfermó de Leucemia Linfoblástica Aguda y quería sacar juventud de su pasado para llegar a la navidad y gastarla junto con el bobe y con el año nuevo.

Y cómo te llamas linda morena con toda mi alma le pregunte que linda tienes tu bella cara tu hermoso pelo quiero acariciar con mis manos y fuimos dichosos por muchos meses por todo el tiempo que la bese y después de unos largos minutos de silencio me dijo casi llorando que me olvidara de su nombre si quería seguir con ella entonces me susurro al oído. La Santa Bertha para los que me adoran.

Y en las noches de plenilunio su temperatura hormonal se disparaba hasta los cielos y me pedía a gritos que la desflorara, pero yo me veía como un abusador dejando a un lado si me metían a la cárcel o no y otra vez rompía en llanto por no saber lo que era hacer el amor y yo por mi dignidad de caballero me veía más putote que El Chango de La Tienda de La Selva que esta frente a mi casa.

Este repaso es muy importante para los violadores forzados, ahora lo veo porque realmente no tienen la culpa cuando las niñas desde los 14 años ya se derriten en el petate para que se las cojan mientras el jovencito ni siquiera comprende para que se hicieron las mujeres.

Y yo me muerdo los huevos por pendejo porque nada más miraba alrededor de mi entorno sin importarme lo que otras personas sienten o sufren y se podría llamar un tipo de egoísmo, pero nunca disculpado.

Y efectivamente porque de pronto llego diciembre con las posadas, la navidad y el año nuevo y el 24 fue a mi casa para entregarme sus escritos no sin la advertencia que con ellos se podrían realizar programas de televisión, crear documentales y filmar todo tipo de películas y después nos fuimos a la fiesta enca juanita donde se puso sabrosa la cosa con el baile, el vino y la comida en abundancia al estilo romano y después del mediodía del 25 fui a su casa pero ella no salió sino una vecina suya me dijo que había muerto del corazón.

Y ya no puedo platicarles más porque estoy llorando de rabia por mi estupidez, solamente les diré que en esos momentos de locura rompí todos los documentos como unas tres veces, pero los reescribía porque ya me los había aprendido de memoria, pero ya no era lo mismo porque se perdían los datos con el tiempo y por fin quede como dueño absoluto para registrar los libros a petición de La Santa Bertha y que Dios la tenga a su diestra junto con Jesucristo por ese grande favor que le hizo al mundo con su legado.


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